este viaje sagrado consta de cinco sacramentos en los que cada uno se auto-inicia en soledad. las experiencias que se suceden van desde la lectura de la creación, hasta la inmortalidad consciente, pasando por la siembra de vida, la germinación de la glándula pineal, el manejo de los sueños i sus enlaces con la vigilia, así como la comprensión del mundo, la muerte i la vida. es un viaje que trasciende el tiempo i la materia i está disponible para los diamantes entre el carbón que quieran hacer del cuerpo humano un propósito divino a través de la unión de lo dividido, como el tiempo i la materia, la vida i la muerte o el sueño i la vigilia.
estos son los cinco sacramentos de este viaje hacia el encuentro con uno mismo:
este primer sacramento se trasciende con la siembra de vida, que confirma que has venido a traer la vida a la tierra. con tu palabra, el agua dará forma a la tierra en una planta que une lo de adentro i lo de afuera.
recibes la consciencia del valor del cuerpo, experimentando la diferencia entre hacer i crear lo que haces con él. marca el inicio de la unión de los padres, tomando al cuerpo como parte implicada de la evolución.
este segundo sacramento se trasciende al conquistar la historia de uno, descubriendo que la historia está en la psique i la psique está en la mar. llegaste a la tierra en cuerpo pero no en decisión i tu decisión es en tu historia.
recibes la consciencia de que lo imaginario mueve lo real. se une i trasciende a la patria i el estado que te muestran dónde se encuentra tu historia inmortal i tu decisión de hacia dónde evoluciona el cuerpo.
encontrado el cuerpo i reconocido en él el recuerdo, así como encontrada la psique i reconocida en ella la historia, ambas se unen como unido es el sol i la tierra, como unido es el futuro i el pasado, lo eterno i lo mortal.
recibes la consciencia de que saliste afuera en cuerpo para ver afuera lo que adentro no veías, que el cuerpo llegó en oscuridad i la psique llega en luz para unirse.
te haces consciente de la creación i lees quién eres (pone dios en todas partes).
el cuarto sacramento concluye la germinación de una semilla adentro, como con el vegetal fue afuera. la glándula pineal germina i el cuerpo se concluye como receptáculo de dios, la consciencia de la unidad.
recibes la consciencia de la obra humana como camino de encarnación divina, al encontrarse un pasado con su futuro, el recuerdo con su historia i la vida en la muerte.
tu cuerpo queda preparado para recibir el cáliz i tomas consciencia de lo innombrable.
experimentar a dios es leer la creación en vez de que te hablen de ella. leer el entorno te permite moverte en el entorno, al igual que leer la creación te permite moverte en ella. la alianza eterna es la unión del sueño i la vigilia, manifestación del tiempo i la materia.
inicia la construcción de sueños con los que armar la unión consciente del sueño i la vigilia. al hacerlo, tomas la consciencia de tu inmortalidad, la percepción consciente de las trece dimensiones i conclusión de todo este viaje.
trascendidos ya los cinco sacramentos, toca aprender a gestionar la inmortalidad a través de la estructura onírica, llevando, gracias al ego, la identidad de la materia al tiempo, construyendo la relación con uno mismo en lo onírico para prevalecer consciente cuando el cuerpo se seque.
tras la treceava dimensión se encuentra el origen consciente del universo, la unión del padre i la madre como único protón i electrón (el hidrógeno que ahora ves impreso en agua).
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